Vamos a comer a un mexicano en Cáceres

Nos hemos acercado a la "Taquería Los Plebes", en Cáceres. Un restaurante de cocina mexicana. Lo primero que me sorprendió fue el nombre y le pregunté por el, me dijo que en el estado de Sinaloa (que será de donde proviene la familia), plebes es como se llaman a los chavales, a los niños en general, no se si en todo Mexico también. El local desde la fachada ya nos dice que es un mexicano, colores chillones, cactus y adornos de lo que nosostros consideramos típico mexicano.

Este ha sido nuestro menú:

- Sincronizada de pollo y pimientos.

- Parrillada mex.

- Curcubita.

- Tarta de queso.

La sincronizada es una quesadilla con algo más, en nuestro caso con pollo y pimientos. Solo puedo decir que decepcionante, apenas tenían relleno las tortillas, el queso sin sabor y la carne y verduras parecían cocidas en el microondas. Pudimos tragarlas gracias a los tarritos con salsa picante que nos pusieron, que nos cuenta el encargado que tienen de la 1 a la 7 según picante, ellos ponen de principio un tarro con la 1 y otro con la 2. Puedo deciros que la 1 no pica es dulce, la 2 apenas. Después de acabar con el tarro de la número 2, porque como digo apenas pica, le pregunté que si tenían alguna más picante, que por eso se lo del 1 al 7 y le pedí que trajera una más picante, pero sin pasarse. Nos trajo la número 3, según nos comenta y nos advierte de que echemos poquito que pica mucho. Pero no os asustéis pica poco, pero ya se nota algo, si os va el picante de verdad pedir directamente por encima del 3. Por no andar con más trajín no pedimos otra más picante y así pudimos comer las sincronizadas gracias a la salsa.

Después pasamos a la parrillada mex. Es una parrillada de carne de ternera, de cerdo, de pollo, de chorizo, cebolla, tomate, pimientos y un trozo de mazorca de maiz. Una parrillada sin más, sosa y sin pimienta. Cumple, la carne un poco pasada y de nuevo tenemos que recurrir al picante para que aquello sepa a algo mexicano.

En los postres nos pedimos dos, una curcubita que es una calabaza cocida con canela y azúcar y más cosas que no me contaron (fue obsequio de la casa porque no le quedaba más que un trozo pequeñito y no nos lo cobraron). Bien aquí si notamos algo de cocina mexicana. El otro postre fue tarta de queso que según nos cuentan es parecido a la nuestra pero más cremosa. No encontré diferencia con la nuestra con respecto a la cremosidad. Pasable, los bordes muy amplios y algo pasado de cocción. Al final, como suele ser habitual en todos sitios ya, nos obsequiaron con un chupito que evidentemente pedí de tequila, era un tequila dulce y con baja graduación alcohólica. Y un licor que lo llamaban "Te quiero", es más bien una crema con un sabor indefinido, suave y dulzón.

El personal, que parecía que eran todos familia, son muy amables y campechamos, eso fue lo mejor de todo. ¡Ah! cosa muy importante, los aseos impolutos, perfectamente limpios y no faltaba jabón ni toallas ni nada.

El total de la comida fue de 32,50 € (2 personas), con cuatro copas de vino de la casa, que dice que es un ribera del Duero. Pero si queréis beber un vino decente no pidais el de la casa, decepcionante es poco, más bien malo.

En general y resumiendo. El local limpio y bien, la comida si no es por la salsa picante podía ser de cualquier sitio, nada de sabor mexicano. El personal muy cortés y muy atento, realmente agradables.

Dejad vuestras opiniones y comentarios si conocéis el sitio. Saludos.